A Hefesto le place no poco asomarse a la orilla y columbrar la lejanía... Divino, pero derrengado, tiene la vista cansada aunque no tanto que no pueda encontrar las irisaciones de Solingen donde se muestren. Esas piezas, envidia de un dios. Magníficas.
Bienvenido amigo Hefesto, es un placer su visita a mi blog, esta es una navajita que obsequiaba a sus clientes, un fabricante de tejidos aquí en mi país. No tengo idea de la fecha de su fabricación, lo que me asombra es la calidad de materiales y terminaciones para un regalo propagandístico. Ya habrá apreciado usted que "La navaja de Hefesto" fue mi inspiración para publicar esto. Yo también padezco de problemas de visión, en buena parte por los años encima y otro tanto por trabajar largo tiempo con luz artificial. Saludos y seguimos en contacto.
A Hefesto le place no poco asomarse a la orilla y columbrar la lejanía... Divino, pero derrengado, tiene la vista cansada aunque no tanto que no pueda encontrar las irisaciones de Solingen donde se muestren. Esas piezas, envidia de un dios. Magníficas.
ResponderEliminarBienvenido amigo Hefesto, es un placer su visita a mi blog, esta es una navajita que obsequiaba a sus clientes, un fabricante de tejidos aquí en mi país. No tengo idea de la fecha de su fabricación, lo que me asombra es la calidad de materiales y terminaciones para un regalo propagandístico. Ya habrá apreciado usted que "La navaja de Hefesto" fue mi inspiración para publicar esto. Yo también padezco de problemas de visión, en buena parte por los años encima y otro tanto por trabajar largo tiempo con luz artificial. Saludos y seguimos en contacto.
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